El 3D y sus aplicaciones al patrimonio histórico

Cualquier actuación sobre el patrimonio comienza con una fase de conocimiento, estudio y documentación que debe ser precisa y rigurosa, como indican las recomendaciones internacionales de conservación y restauración. La documentación gráfica comparte también estos requisitos, siendo su objetivo la transferencia de información con fines de investigación, de conservación o de difusión.

Fotografía y dibujo

Junto a la fotografía y el dibujo (en cualquiera de sus vertientes: figurativos, croquis, planimetrías), la documentación geométrica mediante modelos 3D está cada vez más presente en el campo del patrimonio. Estas técnicas de representación comparten la capacidad de transmitir visualmente la realidad material de los bienes culturales que queremos conocer y conservar. Es posible además transferir esa información y hacerla accesible de forma remota.

Digitalización

En la actualidad hay disponibles diversas tecnologías para la digitalización tridimensional de objetos reales de forma eficiente y fiable. La fotogrametría digital es una de las tecnologías más extendidas y asequibles para obtener modelos 3D, ya que solo requiere de una cámara fotográfica y un programa informático. Por otro lado, existen también distintos tipos de escáner 3D mediante láser o luz estructurada que, aun siendo equipos más costosos, pueden ser necesarios en función de la complejidad y dimensiones del objeto a digitalizar. Es posible combinar las distintas tecnologías para optimizar los resultados.

Portada del Niculoso Pisano de la iglesia de Santa Paula, Sevilla. Modelo 3D fotogramétrico con y sin textura. IAPH.

Además de la digitalización 3D de objetos reales, la virtualización de objetos y la reconstrucción virtual de ciudades o monumentos históricos a partir de los restos que se conservan permite establecer hipótesis rigurosas, partiendo de datos científicos contrastados o, por contra, dando rienda suelta a la imaginación.

Es necesario incidir en el valor de la documentación geométrica y en la importancia de una buena formación para garantizar la fidelidad de los resultados. Ya sea con fines de investigación o de divulgación, debemos tener presente que lo que documentamos hoy también servirá para dar a conocer nuestro patrimonio en el futuro.

Gracias a su representación gráfica podemos conocer cómo eran los bienes patrimoniales en el pasado, en muchos casos lamentablemente desaparecidos en catástrofes naturales, conflictos bélicos o, simplemente, por el deterioro de los materiales debido al paso del tiempo. De esta forma, la documentación gráfica supone un legado, un modo de preservar el patrimonio para generaciones futuras.


Fuente: Blog de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico